martes, 10 de diciembre de 2019

El patrimonio de la Guerra Civil y la Ley de Memoria Histórica


Cuando hablamos de patrimonio nacional, la mayoría de las personas pensarán en monumentos de relieve, símbolos característicos de la historia de nuestro país como la catedral de Burgos, el acueducto de Segovia o el Teatro Romano de Mérida, entre otros muchos. Pero todos estos tienen en común el pertenecer a una etapa remota de la historia de España. Y la mayoría de la población coincidirá en considerar patrimonio a estos grandes monumentos, en torno a los cuales existe una mayor concienciación social sobre la importancia de conservarlos, protegerlos e incluso aprovecharlos económicamente en tanto que son símbolos históricos de nuestro país y nuestra cultura.

Sin embargo, cuando se trata de un patrimonio mas reciente, perteneciente a la historia de nuestro siglo XX, la situación es bien distinta y mas aún con el patrimonio perteneciente a la Guerra Civil. Ya que, a nivel general, un reducido número de personas tendrán en cuenta la importancia de conservar este patrimonio perteneciente a nuestra historia reciente. Pero además, a nivel académico también existe un llamativo contraste en nuestro país, ya que, si desde el punto de vista bibliográfico y de la investigación, la Guerra Civil es uno de los aspectos mas tratados. La arqueología de la Guerra Civil y la protección del patrimonio de la misma son dos aspectos muy atrasados.

Por tanto nos encontramos con una situación en la que nuestra sociedad aún recuerda fervientemente la Guerra Civil, grabada en la memoria oral que se ha ido transmitiendo desde entonces, una guerra que a menudo se utiliza incorrectamente como arma política en la actualidad y que hasta no hace mucho seguía manteniendo dividida a España. Sin embargo el patrimonio de dicha guerra sigue siendo a día de hoy uno de los grandes desconocidos de nuestro pasado mas reciente, quizá por culpa de una Ley del Patrimonio Histórico Español, la de 1985, que margina los bienes patrimoniales de antigüedad inferior a cien años, por una arqueología de la Guerra Civil embrionaria que aún no tiene claros sus objetivas o por una falta de concienciación social sobre la importancia de este patrimonio. Yo, personalmente considero este problema como resultado de la conjunción de las tres anteriores.

De la Guerra Civil, tenemos por tanto gran cantidad de documentación escrita y gráfica, sin embargo estamos dejando que desaparezca el contexto físico en el que se desarrollaron sus acontecimientos y estamos dejando pasar una oportunidad de oro para conocer mejor aspectos de la vida durante la guerra, mediante proyectos arqueológicos en lugares que albergaron los frentes de la guerra o en contextos interesantes de la retaguardia mediante una correcta documentación, excavación, conservación y acondicionamiento para que sirvan como fuente histórica y didáctica para ampliar nuestro conocimiento sobre este periodo histórico.

En este sentido, aunque aún queda mucho por hacer, la Ley de Memoria Histórica del 26 de Diciembre de 2007, en su afán de “ reconocer y ampliar derechos y establecer medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura” supuso, durante el gobierno del líder del entonces líder del PSOE, Jose Luis Rodríguez Zapatero, un impulso institucional para la protección de este patrimonio y desde entonces, se desarrollaron algunos proyectos, principalmente en forma de asociaciones ajenas al ámbito académico que excavaron fosas de represaliados durante la guerra y la dictadura, pero también proyectos arqueológicos como el de Casas del Canal (Villa de Vallecas, Madrid).

Llegados a este punto, y a modo de reflexión personal, me parece una triste realidad que este patrimonio esté tan poco considerado. Muchos de nosotros, somos nietos o hijos de personas que vivieron esta cruenta guerra, ya fuera en retaguardia o combatiendo en el frente, incluso, aunque cada vez menos, aún quedan personas que vivieron la guerra en sus carnes o que pueden dar un testimonio oral valiosísimo sobre ella, por ello no logro entender el desinterés general de conservar este patrimonio que nos ayudará a entender mejor cómo vivieron la guerra nuestros antepasados, no de un pasado remoto, sino recientes, personas que en muchas ocasiones hemos llegado a conocer y que nos han contado historias de la Guerra Civil.

Para saber más:

G.F. JULIÁN Y N.C. ÓSCAR: Ley de Memoria Histórica: Estrategias Para Recuperar y Comunicar el Patrimonio de la Guerra Civil Española, Asociación Espacios para la Memoria (AEP), Madrid, 2011.

AMALIA PEREZ-JUEZ, JORGE MORÍN, RAFAEL BARROSO, MARTA ESCOLÁ, ERNESTO AGUSTÍ, MARIO LÓPEZ, FERNANDO SÁNCHEZ: El patrimonio arqueológico de la guerra civil. La protección de espacios asociados a la guerra civil española. XXII Congreso Nacional de Arqueología. 2004.



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