En
esta entrada me gustaría plasmar que este blog, mas que abarcar
solamente lugares de memoria de histórica de la Guerra Civil en la
Región de Murcia de manera aislada, tratará de reconstruir
fragmentos de la retaguardia republicana murciana, con el fin de
crear un relato mas completo de la Guerra Civil en nuestra región y
abarcando aspectos que también considero importantes y a los que
dedicaré varias de mis publicaciones. Pues considero que estos
lugares forman parte de los contextos que se dieron durante la guerra
y son parte del relato, los lugares donde acontecieron las coyunturas
históricas que a nosotros nos interesan.
Por
tanto, hoy quiero hablaros de las iniciativas de caridad y ayuda
humanitaria republicana durante la guerra y de los organismos que en
la Región de Murcia desempeñaron dicha labor, en muchas ocasiones
amparadas por el propio gobierno del Frente Popular. Y con esto, de
alguna manera reseñar la encomiable labor realizada por estas en
tiempos difíciles y delicados para nuestra región. Para ello,
debemos entender que la guerra trastocó profundamente el transcurso
normal de la vida de los diferentes grupos sociales en múltiples
aspectos. Cambios, que también afectaron de maneras distintas
dependiendo al grupo social que analicemos: niños, mujeres,
responsables políticos, refugiados, campesinos, patronos, clero…
De
esta manera, es interesante conocer los diferentes prismas desde los
que el pueblo vivió la guerra y las diferentes opciones de
combatividad y solidaridad que se desarrollaron durante esta, por
ejemplo para el abastecimiento de la población, así como el
fenómeno de la continua politización de la vida cotidiana y la
defensa de la legitimidad republicana desde la misma retaguardia, en
muchas ocasiones en manos de grupos que hasta entonces no habían
estado tan implicados en política. En este sentido, uno de los
problemas abordados en la retaguardia murciana en este tiempo fue el
de la mendicidad, frecuente en este momento ante la escasez y las
dificultades provocadas por la contienda.
Para
ello, la Asistencia Social del Frente popular creo un Asilo de
Asistencia Social con el fin de combatir contra este problema,
acogiendo a los mendigos y ayudándoles a satisfacer sus necesidades
básicas y dándoles la oportunidad de aprender un oficio y así
abandonar la vida en la calle. Para esta labor, se ubicó el Asilo de
Asistencia Social en el antiguo Convento de las Claras de Murcia que
en Julio de 1937, acogía a unos 200 vagabundos. Además se creó un
taller de carpintería y un colegio donde se daba educación a 25
niños desfavorecidos, lo que también nos da una idea de la
importancia que dio la República, incluso durante la guerra, a la
eduación y la cultura (poner imagen del convento de las claras).
Monasterio de Las Claras, Murcia. [Imágen Extraída de Google Imágenes].
También,
a través de la Consejería de Abastecimientos se intentó en todo
momento, aunque en muchas ocasiones sin éxito asegurar la llegada de
abastos y víveres a todos los municipios de la región y frenar la
creciente especulación en torno a estos productos de primera
necesidad. Pero otro gran esfuerzo humanitario sobre el que
centraremos nuestro interés será el de la acogida de población
civil evacuada de otras zonas ocupadas o amenazadas por el ejército
nacional, los refugiados de la Guerra Civil.
En
Murcia, para hacer frente a este desafío se creó en Noviembre de
1936 el Comité Provincial de Refugiados bajo el amparo de todos los
partidos del Frente Popular y que habilitó puntos de acogida como el
denominado “Largo Caballero”, que se encontraba en la calle
Quintería. Además otras instituciones locales colaboraron en las
ayudas a esta población refugiada como el propio Ayuntamiento, que
en 1937 habilitó la Tienda de Asilo de Nuestra Señora de la
Fuensanta como el Comedor de Asistencia Social para proporcionarles
alimento y servir como albergue o la Sección Refugiados del Consejo
Provincial de Asistencia Social, constituido en Murcia por orden del
ministerio de sanidad en Marzo de 1937. También es interesante
reseñar la labor de los Comités Locales de Refugiados de distintos
municipios de la región como el de Jumilla, creado en Noviembre de
1936, el de Lorquí que hacia Abril de 1937 atendía a 178 refugiados
o el de Bullas, creado también en Noviembre de 1936 y que hacia
finales de Febrero de 1937 prestaba ayuda a 381 refugiados.
Por
último, también es interesante reseñar la labor caritativa de
organismos que además de realizar dicha labor, fueron un apoyo para
la legitimación republicana desde la retaguardia, tales como
Solidaridad Internacional Antifascista (SIA), Socorro Rojo
Internacional (SRI) y Agrupación de Mujeres Antifascistas (AMA). Por
tanto la pertenencia a estos organismos serían al término de la
contienda un motivo de represalia por parte del nuevo régimen
franquista. La SIA formó un Consejo Local en Murcia el 14 de
Noviembre de 1936 y contaría con un local en la calle Frenería, en
los dos años siguientes repartirían gran cantidad de víveres entre
la población murciana y habilitarían en el antiguo Seminario de la
ciudad un Comedor Social que daba unas 500 comidas diarias. Sin
embargo, el SRI será el que mayor cantidad de afiliados tendrá en
Murcia, con su domicilio local en la Calle Salzillo nº7 y con
Comités Locales en varios municipios, gracias al SRI, funcionaron 14
hospitales durante la guerra y se enviaron importantes cantidades de
víveres y ropa a los frentes.
Para
saber más:
GONZÁLEZ
MARTÍNEZ, CARMEN: Guerra Civil en Murcia: Un análisis sobre el
poder y los comportamientos colectivos. Universidad de Murcia,
1999.
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